No son pocas las películas que hablan de cocina (aunque aún nos gustaría ver más) pero nos es más difícil encontrar películas ambientadas en el mundo del servicio de sala y la hotelería. Este es el caso de «Yo serví al rey de Inglaterra», una coproducción de la República Checa y Eslovaquia donde un expresidario cuenta las peripecias de una vida llena de amor al dinero, a las mujeres y al afán de superación en su oficio de camarero.
La película se desarrolla en la antigua Checoslovaquia y recorre la historia de este país antes y durante la ocupación alemana, todo ello narrado con ironía y comicidad.
Además un servidor ha tomado café en uno de los hoteles citados en la película, el «Hotel Pariz» de Praga. Es un lugar tan recomendable como la película.